martes, 21 de octubre de 2014

[·REC]1




Hace varias semanas vi este tráiler:



Después de verlo apunté la fecha del estreno en mi calendario y me dije que tenía que hablar de la primera en este blog. Pero no he podido porque este mes estoy especialmente liado con varios asuntos relacionados con el lanzamiento del segundo número de la revista de poesía La Galla Ciencia, que saldrá a finales de mes (meto publicidad de la forma más subliminal que puedo). La cuestión es que hoy por fin puedo ponerme a hablar de una gran película.
         Se supone que los blogs son diarios y como tales, en teoría, deberían mostrar la vida del autor. Por eso me gusta contar las relaciones que voy estableciendo con las películas y en qué contexto me topo con ellas.
         [·REC]1 se estrenó en 2007 y fue una revolución. La película arrambló en taquilla estando entre las cien películas más taquilleras no americanas y consiguió impulsar la resurrección que el género zombi ha sufrido estos últimos años y que comenzó con la película de Danny Boyle 28 Días Después. Yo era completamente ajeno a estos hechos; estaba en el primer año de carrera y no conocía la existencia de una película llamada REC y tampoco sabía  que había películas que se grababan con “cámara en mano” o “cámara subjetiva”. No vi [REC]1 hasta el 2012, momento en que se estrenó [·REC]3. Una buena amiga de la carrera me hablo muy bien de la película y me dijo que tenía que verla.

La Yaya Zombi con su camisón y todo
         En ese año yo le tenía una especial manía las películas de “cámara en mano” porque no me gustaba ninguna de las que veía. Me parecía que el hecho de imponer el uso de cámaras diegéticas (es decir que su presencia esté incluida dentro de la ficción del argumento) y muchas veces caseras, hacía que la película se fuera un poco a la mierda. El uso de las cámaras subjetivas puede añadir un factor de realidad a la película, pero se carga todo lo demás. Y así sufrí decepciones con películas como El Proyecto de la Bruja de Blair, Diario de los Muertos, del genial Romero, Monstruoso (una película horrible y monstruosa, casi un aborto) o Paranormal Activity. La cámara en mano estaba de moda y parecía que estaba dispuesta a cargarse el cine con su realista subjetividad.

         Tras mi lista de decepciones, me puse a ver [·REC]1 con escepticismo. Comienza con una especie de programa con un formato similar a Callejeros, o los reportajes de 21 días que hacía Samanta Villar con una presentadora no muy avispada y un reportero con su correspondiente y diegética cámara subjetiva. La ironía con la que se plasman estos programas es genial; La reportera (Manuela Velasco) está cansada de tener que trasnochar para hacer reportajes de mierda y hacer preguntas estúpidas a personas más estúpidas todavía. Para colmo el programa que están grabando tiene un nombre extremadamente ridículo: Mientras usted duerme.
         El reportaje en el parque de bomberos se presenta con la mayor monotonía del mundo. La introducción es de alguna manera cotidiana. Se acerca mucho a una situación real. Todos están esperando que suene la alarma para poder grabar algo interesante, y nosotros queremos que comience la acción y salgan los zombis. Salta la alarma y se dirigen a un edificio que no podía estar mejor elegido. Un edificio antiguo, construido hace un siglo, escenario ideal para el terror, los espacios son pequeños y con sabor español. A pesar de eso se continua con la cotidianidad haciendo un retrato de la sociedad con los vecinos del edificio que han quedado atrapados dentro porque se ha declarado la cuarentena. Es como si metieras zombis en el 13 Rue del Percebe.

        
Los vecinos siempre dispuestos a darte un poco de sal. 
La película me dejó flipado. El planteamiento es original. Tiene una impronta española que la hace diferente a todas las pelis de zombis que nos vienen de América. Manuela Velasco encaja perfectamente en el papel. Los zombis son muy violentos y el final acojona un huevo. Es completamente subjetivo, pero me parece una gran película y una de las grandes sagas del cine de terror en España. Es también un ejemplo de que en España se hace cine interesante y se puede hacer buen cine de terror, cosa que ya nos demostró Fresnadillo.

         Después de [·REC]1 vino [·REC]2  y [·REC]3. La segunda película es una continuación en cierta manera innecesaria de la primera película, aunque si te gustan los zombis y la sangre tienes que verla, y la tercera me parece una joya, es original, cada detalle está cuidado, la historia de amor es preciosa y la sangre y los instrumentos para cercenar zombis abundan por todos lados, pero ya hablaremos de ella.

         Por lo que respecta a [·REC]4, por el trailer no me da muy buena espina, pero iré a verla cuando se estrene por apoyar la saga y el cine español. Ya os contaré lo que me parece. Lo mismo me sorprende como la primera. 

viernes, 26 de septiembre de 2014

EL CORREDOR DEL LABERINTO Y CUBE



Ayer vi El Corredor del Laberinto.  Iba a ver una peli más hipster de un director europeo, pero estaba demasiado cansado como para poner a trabajar la materia gris, así que como mi hermano me había hablado bien de esta película y tengo debilidad por las pelis apocalípticas, distópicas y de ciencia ficción, me puse a verla. Conforme empezó la película me di cuenta de que estaba dentro de toda esta moda de los últimos años de adaptación de novelas adolescentes del estilo (Los juegos del Hambre, El juego de Ender, Divergente…). Los personajes son planos, la interpretación es muy mejorable y el guión es el típico, pero la película se salva porque consigue su propósito: entretener. La película entretiene y hace que nos asalten varios interrogantes que la trama va respondiendo, aunque hay un montón de elementos previsibles como sucede con toda producción de Hollywood. La película está muy bien comparada con el resto de cagarros de ciencia ficción que han salido estos años como los arriba mencionados, pero mientras la veía no paraba de acordarme de otras películas, libros e incluso videojuegos con los que tenía mucho en común: El Señor de las Moscas, Los Juegos del Hambre, Portal, Gantz, Matrix… y una de las películas que me vino a la mente fue Cube.


         Cube es un claro antecedente y me atrevería a decir que también influyente en la novela. Cube es una peli bastante gore de origen canadiense. La película comienza con 6 personas en una habitación con forma de cubo. Esta habitación forma parte de un laberinto mucho más grande que consiste en cientos de habitaciones con forma de cubo unidas entre sí por puertas, en cada uno de los cubos tenemos seis compuertas (una por cada cara) que dan a otra habitación igual que la anterior. Un enorme laberinto del que los protagonistas tienen que salir si no quieren morir de inanición. La guinda del pastel es que hay cubos trampa que se encargan de mutilar, envenenar y matar de la manera más original a cualquiera que se atreva a entrar dentro. Se repiten las preguntas ¿Quién los ha metido en este laberinto? ¿Con qué fin? ¿Cómo pueden salir con vida de un lugar así? Una película paranoica, con buenos diálogos y un argumento trabajado. De esas cosas que ahora escasean, porque tenemos los efectos especiales y nos olvidamos de lo demás. 


         El film, con los premios al mejor director del festival de Toronto y mejor película y guión del festival de Sitges,  ha llegado a ser una película de culto. Hubo una segunda parte y una precuela que no he llegado a ver. El punto flaco de la película son los efectos especiales de la época, la sangre es un poco falsa y hay un par de momentos donde se nota que han cambiado al actor por un muñeco, pero se la recomiendo a todo el mundo que  le guste un poco el género. Si no os gusta la sangre, las mutilaciones ni los personajes complejos, quedaos con El corredor del Laberinto.   




martes, 16 de septiembre de 2014

CANINO





Canino es una película desconcertante hasta límites insospechados. El planteamiento nos habla de las familias que ejercen una especial sobreprotección sobre sus hijos.

         El experimento es llevado al extremo: Una familia vive en un chalet alejado de la ciudad y cría as sus hijos aislados para salvarlos de la malvada sociedad. La ciudad está llena de peligros, tentaciones, drogas, corrupción, infomación, internet… Todo es malo y necesitan proteger a sus hijos de todo lo ajeno.  El teléfono no es bueno, porque sirve para hablar con el resto del mundo, por lo que para sus hijos la palabra “teléfono” significa “salero”, algo más inofensivo. Las películas tampoco son buenas, porque tienen un mensaje y una reflexión, así que las únicas películas que se ven en casa son las películas caseras.  Los niños se van haciendo adultos, tienen inquietudes y quieren salir fuera de su casa, así que los padres tienen que dar un buen motivo para no hacerlo: no pueden salir hasta que no se les caigan los dientes caninos.



Esta es una de mis películas favoritas. Cuando la vi hace 4 o 5 años me dejó trastocado durante varias semanas.  No podía dejar de pensar en los tres hermanos que llamaban “mar” al sofá y tenían miedo de los depredadores que estaban al otro lado de los muros. La peli rompe los esquemas de la sociedad para enseñarnos una parte enferma de ésta. Con su siguiente película, Alps, el director griego Yorgos Lanthimos sigue sorprendiendo, pero sin la autenticidad de Canino. Incluiría a Canino dentro de mi Top Ten de películas imprescindibles. 



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